Este hombre se llama Víctor, y el 19 de mayo salió en el 20 minutos de Sevilla pero seguro que nadie se acordará. Yo tampoco me acordaría si no fuese porque lo veo casi todos los días, ya que se coloca al lado de mi casa.
Por aquel día (19 de mayo) llevaba 9 días en huelga de hambre. Pues bien, a día de hoy sigue en las mismas, cada día más en los huesos y más estropeado. Y todo por un objetivo firme: Protesta porque le han robaron a sus 2 perros. Mi pregunta es ¿Se puede ser más cabrón en esta vida? Ayer me paré un rato a mirar lo que estaba dibujando en unos paneles, y por un momento me sentí como si fuera la persona que mejor le comprendía en el mundo. Víctor, sea por el motivo que sea, vive en la calle. Víctor seguramente reciba malas caras, insultos y golpes de más de un capullo solo por ser un mendigo, y lo soporta. Tampoco tiene familia. Ni TDT, móvil 3G, ni ordenador, ni agua caliente , ni un trabajo, ni dinero, ni ha ido a la universidad. Lo único que tiene este hombre son dos perros, es lo único que esperaba que se le respetara en la vida que le ha tocado, y algún hijo de puta sólo por diversión se los llevaría haciendo con ellos quién sabe el qué.
Con este acto de protesta, este señor (porque es un señor de los que quedan pocos) le está demostrando a todos los sevillanos del barrio de los Remedios que vale mucho más como persona que la mayoría de ellos. Que él nunca abandonaría a sus perros como hacen los demás españoles, porque para él ellos valen mucho más que unas vacaciones en un hotel costero. Aunque él se siente cada mañana en el suelo y los pijos de este barrio pasen por su lado mirándole por encima del hombro, él se compadece muchísimo más de los demás, y seguramente vea tras esos trajes de chaqueta y bolsos de chanel unas personas mucho más pobre de lo que él se ve a si mismo. Porque para él, el significado de “pobre” no será el no tener dinero, sino más bien no saber vivir sin dinero.
Lo que más pena me da es que no tardará mucho en irse, y cuando se vaya nadie lo recordará, pero para mí será un héroe y una persona que ya tiene todo mi respeto. Jamás he tenido tan cerca a nadie con esa firmeza en sus principios, y con esa fidelidad hacia esos animalillos que nunca le habían fallado y que les daba sentido a su vida. Supongo que se lo debía.
Al menos con este homenaje que le hago en mi blog, los 3 o 4 que entráis sí os acordaréis de él aunque sea por un minuto.
2 comentarios:
Es curioso, el otro día pasé justo por delante de este chaval, vi que estaba dibujando con rotuladores y me fijé en que era algo así como un cristo, mejor dicho, algo que en un principio podría haber sido eso, pero que ya estaba completamente cubierto por otros dibujos y letras. Eso me pareció, aunque realmente no sé.
Vi que había una pareja de unos 60 años, enchaquetados ambos (típicos del barrio) que hablaban con él. Al principio pensé que lo increpaban, pero luego comprobé que no era así, sino que le hablaban amablemente (bajo la expectante mirada del resto de personajes que transitaban por allí).
No tenía ni idea de su situación, pensé que mendigaba.
Es horrible, sobre todo porque a nadie le importa ese suicidio, es más, la mayoría de la gente pensará que es estúpido, cuando lo realmente es estúpido es que a la gente no se le mueva nada por dentro ante situaciones de este tipo y a la primera de cambio intenten conseguir, a cualquier precio y sin importarles la procedencia, cualquier tipo de bien.
Qué asco de sociedad...
Perdona por mi pesimismo, me gustó tu blog, saludos.
eres muy demagoga, hay personas con principios tan sólidos como los de victor pero se les llama "radicales" y seguro que tú misma llevas ropa de marca, ¿si en vez de dos perros hubiera perdido a dos hijos te daría tnta pena?
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