domingo, septiembre 10, 2006

Supermodelo 2006

Llega un nuevo programa tipo Operación Triunfo pero para modelos. Niñas de entre 16 y 22 años se están convirtiendo en ejemplos a seguir por muchas adolescentes, y después de haberme tragado las 2 primeras galas la verdad esque estas chicas dejan mucho que desear como para que sus formas de pensar sean tomadas como referencia en la vida.
Por ejemplo, en la segunda gala una chica hizo un comentario sobre que entre ellas mismas había algunas que eran más anchitas que otras. Yo creo que se llegan a meter con su madre y no se lo toman tan mal, porque hubo unas cuantas que se le tiraron a la yugular: Una dijo que en su casa le habían educado de manera que comparar era una falta de respeto, cuando si el comentario hubiera sido respecto al color del pelo seguro que no hubiera dado tanto de que hablar....otra salió diciéndole a una cámara que ella ya sabía que entre las tías había mucha competencia y que no iba a renunciar a su sueño porque una pensara que está gorda (esta chica es la anchita en cuestión).... La concursante que hizo el desafortunado comentario tuvo que defenderse e incluso pedir perdón porque había creado una polémica curiosa.

¿Qué piensan las niñas cuando ven esto por la tele? Pues seguramente que la del comentario es una hija de puta que las mata callando, que saca a la luz los defectos de la gente y que ha ofendido a las más gorditas porque quiere que sean eliminadas para quitarse competencia.

Sin embargo yo lo que pienso es que esa chica no ha ofendido a nadie, sino que son las otras las que se han ofendido solitas y que tienen un problema de inseguridad, autoestima y de confusión de términos (ser anchita y ser gorda son el día y la noche) que no tiene la chica del comentario. La lección que aprenden las seguidoras del programa es que si eres anchita no eres lo suficientemente atractiva, que es lo más importante para ser aceptada socialmente, y de ahí vienen los complejos y las anorexias. Lo que yo hubiera metido en ese programa son tipas delgadas y otras tipas con sus carnes bien puestas. Y el requisito más importante: que tanto la más delgadita como la menos se quieran mucho tal y como son, y den una imagen de seguridad que es lo que realmente tienen que aprender a imitar las niñas. Es curioso, pero las personas, cuanto más atractivas son más se obsesionan con su cuerpo y más frágiles son en autoestima. Supongo que todo está un poco relacionando con que vivimos tan bien que nos podemos permitir el lujo de crearnos nuestros problemas, ¡incluso que la mayor pena de nuestra vida sea no caber en una talla 38!

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