Progresistas de chichinabo

En las mesas de la biblioteca de mi facultad he visto un par de pintadas q me han llamado la atención, del estilo : “Zapatero me cae mal” y alguien con una flechita responderle “puto facha de mierda”. Analicemos: por el hecho de caerte mal una persona significa que ya no eres de ese partido, si no eres de ese partido entonces tienes que ser del contrario. Si eres del contrario, franco te cae genial y concluyendo, eres un facha.

A mí el tema de la política es algo que, junto a la religión, me da pánico tocar en público, porque nunca sabes cómo te va a saltar la otra persona. Es impresionante la manera de la que mucha gente se aferra a las ideales políticos y religiosos, como si fueran los pilares más grandes de su vida incluso por encima de las personas que le rodean. A mí me da igual que alguien sea del partido que sea, lo que valoro de la gente esté dispuesta a escuchar, y escuchar no es percibir una sucesión de sonidos vocálicos. Hay más gente que no sabe escuchar de lo que parece, sobre todo cuando son temas escabrosos. Si sabes escuchar, tienes primero que estar predispuesto a ello, darle una oportunidad a lo que te están diciendo . Cuando escuchas, tienes que interiorizar esa otra opinión, y si es distinta a tu forma de pensar, hay que hacer lo más difícil de todo: Tolerar esa otra opinión, o en algunos casos, sacar la humildad suficiente para reconocer que andabas equivocado. Y no a todo el mundo le gusta darse cuenta de no estaba en lo correcto...

Ahora hay una moda que me toca especialmente el moño. Y es que si no eres progre, no molas. Como hagas un comentario que sea un poco menos liberal de la cuenta, los mismos progres te comen. Curioso, verdad? Estos progres, quizás no sean tan progres como se creen. De toda la vida hemos intentado buscar la paz y el respeto, el diálogo, nos hemos quejado de las censuras, de la intransigencia. Pero resulta que ahora los liberales (ojo, no todos, sólo los de mentirijilla) son tan intransigentes como ellos, solo que desde el otro extremo, que se disimula más. Al final por h o por b todos los extremos se tocan. Más de una vez me he tenido que callar la boca delante de ciertos amigos/colegas, porque si decía mi opinión me iban a dar una caña que poca gana tenía de aguantar. Como diga algo sobre un tema que pudiera ser menos progre de lo permitido, por ejemplo un adjetivo positivo de un político de la derecha, no porque me guste la derecha sino porque objetivamente me ha parecido bien algo que un político haya hecho y que casualmente es de la derecha, ya me empezaban a levantar la voz, como si fuera una franquista o algo así

Y como ellos ya me han enscasillado en que soy de derechas, ya me empiezan a mirar con cara de "joder, así va el mundo". Entonces en ese momento es cuando me demuestran que los pilares principales que defienden a muerte (respeto, igualdad, tal y cual) se los dejan atrás en cuestión de segundos. Yahí es cuando resalta el abismo infinito que hay entre los que son progres, y los que intentan aparentar ser progres.

Aparte, que me parece de tonto ser capaz de discutir con alguien cercano y desvivirte por un tío que se llama Aznar y otro que se llama Zapatero. ¿Realmente se merecen que nos desgañitemos por ellos? Ojalá cada uno de nosotros les importáramos tanto a los políticos como ellos les importa a más de uno..

Hay un capítulo de 7 vidas que le hace un guiño a este tema. Sole (comunista) se hace super amigo de un caballero muy majo, y al poco tiempo se entera de que el tio es de derechas. Ella empieza a evitarlo, hasta que un día él se da cuenta, la coge y le dice algo así "Me estás diciendo que no podemos sre amigos porque soy de derechas? A mí me da igual de qué partido eres tú, yo quiero ser tu amigo porque me gusta como eres". Al final siguen con su amistad.

En fín, que para ser dictador de mente no hace falta ser de la ultra derecha, los hay iguales en el otro lado.