La mayor preocupación de las chicas en el día a día es estar guapa, y quien me lo niegue está mintiendo! Lo más curioso es que esa preocupación no es 100% por gustarle al género masculino (que también influye, ya se un chico que te interese o no). También tiene un gran protagonismo la competitividad que entre las mujeres hay por la imagen, al igual que los hombres la pueden tener por los juegos o deportes. Sino, ¿Cómo se explica que en una cena de amigas donde no se va a salir de la casa vayan todas como pinceles? El ejemplo perfecto es un acto social como el que pueden ser las bodas. Es impresionante lo divertido que puede resultar ir a una boda si eres chica! Para empezar, las tías se compran el vestido pensando en lo que puedan opinar las demás. Es el ritual de cada boda: Gustarle a las tipas, que hablen bien de ti y de tu traje, y por supuesto hacer lo inverso (recorrer de arriba abajo a cada invitada y luego criticar con tus primas lo gorda/fea/delgaducha/mal que le queda el traje a fulanita).
Está claro que la imagen para cualquier trabajo, seas hombre o mujer, dice mucho. Una buena presencia, sobre todo si es un trabajo de cara al público, te dará el empujón definitivo para conseguir ese puesto. Sin embargo, la belleza femenina vende mucho más. Tanto en las revistas de hombres como en la de mujeres, salen en las portadas féminas exuberantes; la televisión, las marquesinas de los autobuses, el cine, las pasarelas...En todos lados se puede palpar que la sensualidad, guapura y morbo de ellas se explota como ninguna otra cosa en el mundo.
Lo más gracioso es que luego nos quejamos. Dicen muchas que esa presión social la tenemos por culpa de los hombres, ya que si no estamos potentes no nos echan ni cuenta. Yo soy de la opinión de que, realmente, nuestro físico para ellos es bastante más importante que lo inverso a la hora de gustarte alguien. También es verdad que los hombres, a veces, son muy crueles con las menos guapas, las mas gorditas, y desde temprana edad les encanta ponerles mote a cada una sin pensar ni un minuto lo doloroso que puede llegar a ser para una fémina. Lo que me niego a aceptar es que los hombres sean los únicos culpables: Nosotras tenemos la misma culpa o incluso más. Somos las primeras que vamos catalogando por la calle a las chicas que pasan en guapas-feas-gordas-delgadas, y si vemos a alguna más buenorra que nosotras mismas les buscamos a toda costa un defecto para consolar nuestra desgracia.
En la tele igual. Un chico no especialmente guapo pasa desapercibido. Pero una chica no-explosiva siempre da lugar a comentarios. “Qué fea” “Qué dientes”. “ Vaya pintas”. “Vaya culo”. ¿Quién se puede atrever a decir que Jennifer Lopez tiene el culo gordo? ¿Recordáis la caña que se le dio a Chenoa o a la Campanario? No me extraña que las niñas con 12 años empiecen a tener problemas de alimentación!